El Gobierno argentino intenta llegar a nuevos acuerdos con el FMI para reestructurar una deuda que considera insostenible. Y aunque sigue pagando los vencimientos, pretende renegociar el préstamo que pidió en 2018 45.000 millones de dólares.
El caso es que el FMI no admite una refinanciación mediante un acuerdo de partes y con la posterior emisión de nuevos bonos, por lo que el país debe firmar un nuevo acuerdo. Mientras, los pagos del Tesoro se van sucediendo siguiendo lo pactado.
En 2021 ya se han realizado cinco desembolsos de cancelación de intereses y uno de disminución del capital adeudado.
Aparte del desembolso de 1.300 millones de dólares del año pasado, en lo que va de 2021, el Gobierno ya le ha hecho cinco pagos de intereses. De febrero a noviembre 1.504 millones de dólares.
Y en septiembre canceló una cuota de capital por valor de 1.884 millones de dólares. De acuerdo con los datos de la web del FMI, en diciembre Argentina deberá abonar otra cuota de capital de 1.874 millones de dólares.
Como Argentina primero canceló intereses en lugar de capital, todavía le quedan por abonar alrededor de 44.904 millones de dólares al organismo, de los cuales 43.198 millones corresponden a vencimiento de capital. Las amortizaciones más fuertes de capital están planificadas para 2022 y 2023, que suman vencimientos por más de 38.000 millones.
De no conseguir una reestructuración del programa con el FMI, el año que viene Argentina tendría que pagar 18.956 millones de dólares. Hacia 2023 sumarían otros 19.205 millones y de 2024 hasta 2036, el Gobierno argentino debería pagar unos 2,2 millones por año.
No descarta el Gobierno argentino la devolución por parte del FMI de los pagos que hizo durante este tiempo o en su defecto, conseguir un trato como el que se hizo con el Club de París para evitar hacer los desembolsos y, así, esquivar el default.