El Fondo Monetario Internacional advirtió que las expectativas de inflación en la Argentina siguen sueltas, y advirtió que una de las razones es una mayor dependencia del financiamiento monetario del Banco Central al Tesoro, que se aceleró en los últimos meses en medio de la campaña electoral.
La economista jefe del Fondo, Gita Gopinath, dijo que América latina es una de las regiones en las cuales el Fondo ve un aumento más amplio de la inflación en varios países debido a las tensiones que provocó la apertura gradual de la economía global tras el cierre forzado por la pandemia del coronavirus en las cadenas de producción globales. Pero ofreció una lectura distintiva para la Argentina, que junto con Venezuela sufre la mayor suba de precios de la región, y una de las mayores del mundo.
“Mantenemos las expectativas de inflación de Argentina como desancladas. Siguen sin anclarse en este punto, también debido a la mayor dependencia del financiamiento monetario en la Argentina. Esa es la imagen actual. Continuamos trabajando en estrecha colaboración a nivel técnico con el gobierno de la Argentina para encontrar soluciones para un crecimiento más sostenible”, agregó.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la economía argentina se recupere y crezca un 7,5% en 2021, por encima del pronóstico que brindó en abril de este año, pero por debajo de la proyección del Gobierno. Ese rebote, que permitirá recuperar algo del derrumbe por los tres años de recesión que comenzó con la crisis cambiaria en el otoño de 2018, y luego se profundizó con la pandemia del coronavirus y la incertidumbre sobre el rumbo del país, perderá vigor el año próximo, cuando el organismo prevé una expansión del 2,5 por ciento.
NOTA: Rafael Mathus Ruiz