El Vaticano anunció que el papa Francisco visitará el próximo 28 de agosto la ciudad italiana de L’Aquila para una celebración instituida por Celestino V, uno de los pocos pontífices que renunciaron antes de que Benedicto XVI dejara su cargo en 2013. Y con esa simple información ha echado más leña a los rumores sobre la posibilidad de un similar paso por parte de Francisco, dados sus recientes problemas de salud.
La semana pasada, las insinuaciones acerca de una posible renuncia de Francisco se intensificaron luego de que el jefe de la iglesia católica anunciara que designará a 21 nuevos cardenales en un consistorio programado para el 27 de agosto. De ellos, 16 son menores de 80 años, por lo que podrían formar parte de un hipotético cónclave para elegir a un sucesor de Francisco. A partir de esa fecha, el número de integrantes del colegio cardenalicio llegará a 229, de los cuales 132 serán potenciales electores.
Además, los cardenales discutirán el 29 y 30 de agosto sobre la nueva constitución apostólica, que entró en vigor este 5 de junio. Entre las novedades más significativas contenidas en el documento destaca el hecho de que cualquier fiel, incluso mujeres, puede ser nombrado para dirigir departamentos de la Santa Sede si el papa decide que esa persona está capacitada para hacerlo.
«La convocatoria de un gran consistorio a finales de agosto para designar nuevos cardenales, la reunión de eclesiásticos para dos días de conversaciones sobre la aplicación de su reforma y la realización de una visita pastoral simbólicamente significativa, sugieren que Francisco podría tener en mente asuntos fuera de lo común» estima AP.