En medio de un grave crisis institucional y un considerable aumento de tensiones, Brasil celebra este martes el Día de la Independencia con varias protestas de tinte autoritario convocadas por el presidente, Jair Bolsonaro, que han encendido las alarmas dentro y fuera del país.
Con su popularidad en caída libre, el ultraderechista pretende convertir estos actos en una demostración de fuerza, y ya ha confirmado que pronunciará discursos en Brasilia y en Sao Paulo, donde se espera que se produzcan las mayores movilizaciones, con decenas de miles de personas. La oposición también ha convocado marchas contra el mandatario en varias ciudades, lo cual eleva más el nivel de alerta ante eventuales enfrentamientos.
En Brasilia, los monumentos y edificios públicos permanecerán cerrados y se reforzará la seguridad policial, especialmente, en la Corte Suprema, uno de los objetivos del ala más dura del bolsonarismo, que ya ha llamado a invadir ese edificio y el Parlamento.
De hecho, en la noche del lunes se vivieron los primeros disturbios en Brasilia, cuando seguidores del mandatario atravesaron varias barreras policiales para avanzar hacia el Congreso e intentaron hacer lo mismo en la sede del Supremo Tribunal Federal. En las calles, decenas de camiones y vehículos tocaban la bocina ante los aplausos de los seguidores de Bolsonaro.
FUENTE: RT